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Una experiencia de construcción colectiva

Cecilia V. García Rizzo. Revista Frontera N° 17. Sección Arquitectura para la inclusión, 08/16.

Versión en texto y en PDF con imágenes.


UNA EXPERIENCIA DE CONSTRUCCIÓN COLECTIVA

Encontrar un lugar accesible para ir de vacaciones no es una tarea sencilla, sobre todo si no queremos resignarnos a los altos costos y mega estructuras de los hoteles de 4 y 5 estrellas de las cadenas internacionales. Si buscamos otro tipo de alojamiento, que se asemeje más a nuestros gustos y nos brinde las condiciones de accesibilidad que necesitamos, más vale que comencemos a organizar el viaje con anticipación.

Hoy en día la manera más rápida y efectiva de buscar un alojamiento turístico es por internet. En muchas de estas páginas web se menciona que cuentan con instalaciones accesibles, sin embargo, cuando se indaga acerca de dichas condiciones no están dados los requisitos mínimos para una permanencia prolongada. La experiencia refleja que solo 1 de cada 10 hospedajes que indican contar con accesibilidad puede considerarse que tiene las condiciones básicas –que a veces tampoco son suficientes para poder alojarnos-.

Resulta frustrante reconocer que, de la lista que Google nos presenta, son pocos los alojamientos que nos sirven. Con el ojo entrenado en saber qué necesitamos, al recorrer las imágenes y videos de cada lugar observamos que la accesibilidad no se traduce en los espacios físicos. A esto se le suma la respuesta automática y desinteresada de los hoteleros que “se sacan el problema de encima” con frases como “No contamos con las condiciones que solicita, lamentamos no poder alojarla”. Y si es que nos envían las fotografías del baño de la supuesta habitación para discapacitados agradecemos no haber ido sin preguntar porque nos sería imposible acceder al inodoro o bañarnos. Tampoco podemos averiguar en Oficinas de Turismo que, por lo general, nos brindan la misma información que figura en la red. Si encima pretendemos hacer turismo rural la lista se reduce a solo uno o dos lugares, ¡pareciera ser que la accesibilidad es sinónimo de cemento!

LA SERENA DEL GUALEYAN

Llegaban las vacaciones de verano y queríamos tomar contacto con la naturaleza. Enseguida me entusiasmé, éste parecía ser el mejor lugar: un entorno rural en Gualeguaychú, un paisaje maravilloso, con una reserva natural… En la página web se destacaba un ícono de turismo accesible y en las imágenes se observaba que eran cabañas en una planta, pero me quedaban dudas acerca del baño, zona tan fundamental que casi siempre está mal resuelta. Así fue que me contacté para solicitar más detalles. Mis preguntas se dirigían a la altura del inodoro, el espacio de costado para la transferencia y la zona de la ducha.

Recibí una respuesta muy cálida y empática de la gerencia de la chacra. Ante mis preguntas me enviaron fotografías y se preocuparon por saber qué necesitaba. Efectivamente estaba en lo cierto y esas condiciones del baño no me permitían usarlo de manera autónoma.

En uno de los intercambios me contaron cómo nació el proyecto de hacer cabañas accesibles y de su interés por encontrar la manera para que pudiera ir:

“Una de las dueñas fundadoras tenía esclerosis múltiple y se movilizaba en sillas de rueda. De ahí la idea del alojamiento accesible. Ella habitó unos días en una de las cabañas y se manejó bien, pero no siempre lo que le resulta cómodo a uno le es cómodo a otros. Acá han venido personas en sillas de ruedas y, según ellos, la han pasado bien. Una persona nos dijo que no entraba con la silla abajo de la mesa porque tenía una silla de ruedas bastante alta y lo resolvimos. A nosotros nos sirve tener las opiniones de las personas que tienen algún tipo de dificultad motriz, dependemos de esas opiniones para hacer la chacra accesible a la mayor cantidad de gente posible”, comentó Pablo Nissero, administrador de La Serena.

Me ofrecieron ir unos días a visitar el lugar y hacerles todos los aportes que precisara ¡No podía negarme a tal ofrecimiento si desde Fundación Rumbos es lo que siempre impulsamos! Y menos cuando me enteré que tenían una pileta con rampa de acceso. Organizamos con mi pareja la posibilidad de que me asistiera esos días, llevamos algunos elementos de ayuda extra y combinamos fechas.

Al llegar disfrutamos de la pileta, casi nunca me meto al agua porque es muy difícil hacerlo ¡y estaba ansiosa! Al otro día me reuní con Beatriz Spiazzi, la propietaria, y Pablo. Les mostré las dificultades que yo encontraba, pensamos soluciones y quedé en enviarles el detalle por escrito cuando retomara el trabajo.

Informe de accesibilidad

(Extracto de los puntos más relevantes a los fines de este artículo).

Descripción

El lugar cuenta con excelentes condiciones de accesibilidad para personas con movilidad reducida. El predio tiene senderos con piso de cemento hacia las cabañas y áreas comunes. En cuanto a las cabañas, todas se encuentran en planta baja y poseen una zona de estacionamiento, ubicado al lado y al mismo nivel. También hay un sector de parrilla y puede ponerse una mesa para disfrutar al aire libre. Un sendero comunica todo este espacio con la casa.

El acceso a la cabaña y el interior de la misma es a nivel. Se puede recorrer en silla de ruedas sin inconvenientes. El sector de la cocina comedor es amplio. En la habitación principal, la cama tiene una altura de 0.50m. y es accesible desde ambos laterales. El baño es de buenas dimensiones y tiene la zona de ducha integrada a nivel. La puerta al ser corrediza no invade el espacio interior.

Pautado de adecuaciones:

Se recomiendan realizar las adecuaciones en una cabaña para 2 personas y en otra para 4 personas.

Zona baño

1) Elevar el inodoro actual a 50 cm. (medidos desde el piso al asiento) con plataforma de cemento que continúe con el mismo contorno del inodoro. Esta altura de inodoro es coincidente con la altura especificada en la ley 24314, en las normas locales que la toman de referente, incluso en las Directrices de Accesibilidad para alojamientos turísticos. Para tener en cuenta: el inodoro tiene que estar firmemente amurado. La plataforma debe brindar buena base, pero sin generar bordes muy salientes. Corroborar que la forma de sujeción del artefacto sea suficiente o buscar la forma de complementarla.

2) El inodoro se encuentra ubicado entre la bacha y el bidet lo cual impide la aproximación lateral para hacer la transferencia desde la silla de ruedas. Por eso es necesario quitar el bidet para dejar ese espacio libre y colocar en el inodoro un bidematic con agua fría y caliente.

3) Cambiar la ubicación del barral rebatible en cuanto a distancia del inodoro y altura desde el piso (considerar que al cambiar la altura del inodoro, la ubicación actual no sirve, además de que ya de por sí estaba muy cerca). Prever buen sistema de sujeción de barral a la pared.

4) Colocar un dispositivo en el accionamiento de descarga de inodoro para el uso autónomo desde silla de ruedas.


Zona cocina

El inconveniente más visible es el zócalo de material en la zona de la pileta de la cocina que impide la aproximación para el uso y el alcance a la grifería. Debería tener el espacio por debajo de la pileta libre para poder aproximarse y evaluar el alcance a la grifería

Experiencias compartidas

Al acercarse nuevamente las vacaciones me contacté con ellos para ver si habían podido realizar las modificaciones y recibí una grata respuesta de Pablo:

“Con el informe y otras referencias de visitantes, le hicimos algunos cambios: subimos el inodoro, sacamos el bidet, cambiamos el sistema de descarga, le sacamos la pata a la bacha, bajamos el duchador de mano, compramos una silla para ducha y le agregamos otra baranda al inodoro. En la cocina bajamos la mesada, sacamos el zócalo y el mueble que impedía aproximarse. Además de algunos otros elementos. Acá te mando las fotos”.

Obviamente que siempre puede aparecer quien necesite alguna otra solución o algún aspecto que no haya sido atendido. Esta experiencia refleja cómo se pueden construir soluciones reuniendo saberes y comprendiendo la diversidad, con una actitud proactiva y abierta al diálogo.

Con ganas de corroborar cómo habían quedado los ajustes y así poder testimoniarlo, en una escapada antes que se termine el verano, volvimos a La Serena.


LA SERENA DEL GUALEYAN:

Tel. (03446) 15520421.

Calle Sobral y Méndez Casariego.

Gualeguaychú, Entre Ríos

info@laserenadelgualeyan.com.ar

Facebook: LaSerenaDelGualeyan

Cecilia García Rizzo.

Licenciada en Psicología y Periodista.

Coordinadora General del Área Accesibilidad de Fundación


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