Revista Tercer Sector Año 27, N°134, pp.52-53, 2022. Artículo de Alan Levy. Versión en texto y en PDF con imágenes.
Varias instituciones reclaman que las noticias vinculadas a las personas con discapacidad sean amplias, representativas y sin estereotipos. También denuncian el incumplimiento de normativas que garantizan el derecho a la comunicación accesible.
Infantilización, idealización, sensacionalismo, banalización y comunicación poco accesible: estos son sólo algunos de los problemas que aparecen en el tratamiento mediático de la discapacidad. Tercer Sector habló con referentes de distintas ONG que profundizan este tema, que comienza a aparecer con más fuerza.
Cecilia García Rizzo es licenciada en Psicología, periodista, Máster en Comunicación y Coordinadora General de Fundación Rumbos. El principal eje de trabajo de la ONG es la promoción del desarrollo de una vida plena: “Intentamos incidir en políticas públicas, que todas las necesidades y los reclamos se canalicen. Además, hacemos capacitaciones, asesoramientos, talleres y jornadas”, asegura ella, que tiene una discapacidad motora.
Rizzo afirma que una cuestión a resolver es cómo se nombra a quienes tienen una discapacidad. Según su criterio, la opción más adecuada sería “personas en situación de discapacidad”, dado que hay una relación entre las limitaciones de la persona y su entorno físico y social.
Por su parte, Soledad Bugacoff, responsable de Comunicación de la Asociación Síndrome de Down de la República Argentina (Asdra), denuncia la baja visibilidad de las personas con síndrome de down. Si aparecen, son sólo mencionadas a partir de su discapacidad y no en otras temáticas, como cualquier otro ciudadano. También destaca un elemento sutil a la hora abordar los contenidos: “Hay un enfoque infantil en relación con algunas palabras que utilizan periodistas o a través de la música y otros recursos enunciativos”.
Cuando se les pregunta acerca de la accesibilidad de la información y las maneras de garantizarla, Rizzo indica que, si bien los protocolos abundan, éstos no se cumplen. Por ejemplo, el videograph suele tapar al intérprete de señas. En los medios digitales, la situación no mejora: no suele haber descripciones para ciegos y no todos los videos incluyen subtítulos.
Por su parte, Bugacoff indica que desde Asdra trabajan junto con la Defensoría del Público promoviendo el espacio de reclamos de ese organismo, difunden su Guía de Comunicación y realizan capacitaciones para profesionales y estudiantes de periodismo. Destaca un caso reciente: “A partir de un reclamo que hicimos por el enfoque de un programa de tv, tuvimos un espacio de réplica y aprovechamos la oportunidad para brindar otras miradas acerca del colectivo, a través de la historia de una persona con síndrome de Down y su familia”.
El lugar de la ética.
Verónica González Bonet, periodista de la TV pública e integrante de la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (Redi) tiene discapacidad visual y denuncia: “Los abordajes están cargados de amarillismo e infantilización, si es que se abordan. Las primeras coberturas en bajarse son las de estos temas. Tenemos que tener conciencia de la responsabilidad que implica estar frente a un micrófono y abordar la discapacidad”. Ella cuenta que en Redi realizan informes alternativos a los que presenta el Estado acerca del cumplimiento de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. En 2012 realizaron uno con otras organizaciones y, luego, otro más federal, con ONG y universidades de todo el país. “Es un mecanismo que nos permite exponer aquello que no se cumplió”, indica. En ese sentido, cabe señalar que el Estado debe cumplir, por ley, un cupo mínimo de empleos para personas en situación de discapacidad: en Nación es del 4 por ciento y en Caba, del 5 por ciento. Sin embargo, ambas jurisdicciones no lo cumplen. Verónica dice: “El nivel de cumplimiento es menor del 1 por ciento, es el indicador de referencia. Los cupos son bienvenidos, pero no pueden quedar como letra muerta.”
González cuenta acerca del proceso de la creación del Código de Ética de la TV Pública, del cual formó parte. Estuvo liderado por Cynthia Ottaviano y tuvo la participación de trabajadores y sindicatos. En él se incluyó la perspectiva de discapacidad y se realizó una Guía de Accesibilidad anexa. La periodista ejemplifica: “la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual establece que hay que incluir lenguaje de señas, subtítulos y audiodescripción, pero no dice cómo, no es lo mismo hacerla en vivo que armarla con un guión previo.”
En tanto, Bugacoff, de Asdra, indica que hay muchos profesionales que trabajan por el derecho a una comunicación accesible en el Consejo Asesor del Observatorio Social de Accesibilidad a los Servicios de Comunicación Audiovisual y añade que “podríamos tener mayor difusión a este y otros derechos”.
EL LLAMADO DE LA SOCIEDAD
Un estudio de 2021, de la consultora Kantar, indica que un tercio de la población tiene familiares con alguna discapacidad. El 79 por ciento de este muestreo federal de 1.000 personas considera importante o muy importante la visibilidad de la temática en medios. Además, el 92 por ciento analiza que los productos de consumo masivo deberían tener adaptaciones para personas en situación de discapacidad y que los bares y restaurantes deben tener menú en Braille; el 82 por ciento entiende que las empresas debieran tomar más personal con alguna discapacidad, pero sólo la mitad reconoce que en su trabajo cuenta con iniciativas de estas características.
CÓMO CONECTARSE:
REDI: www.redi.org.ar
ASDRA: www.asdra.org.ar
Fundación Rumbos: www.rumbos.org.ar
Comments